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El movimiento cooperativista. El modelo Mondragón

Reseña histórica

  • El movimiento cooperativista. El modelo Mondragón

No se puede hablar de la economía guipuzcoana sin dejar de hablar del movimiento cooperativista de Mondragón.

 

El movimiento cooperativista surgido en Arrasate a mediados del siglo XX ha dado lugar a un modelo estudiado mundialmente y conocido como "Modelo Mondragón", dando lugar a lo que hoy es la Mondragón Corporación Cooperativa.

 

El hecho determinante que había de dar lugar a la "puesta de la primera piedra" de lo que hoy es MCC, se encuentra inequívocamente en la llegada a Mondragón de un joven sacerdote llamado D. José María Arizmendiarrieta, que en 1941 llega a Mondragón para hacerse cargo de la juventud de la parroquia. Desde su llegada hasta la aparición de la primera empresa productiva transcurren catorce años. En este dilatado período de tiempo hasta la constitución de Talleres Ulgor, hoy Fagor Electrodomésticos, D. José María trabajó intensamente con los jóvenes, organizando multitud de actividades deportivas, culturales y principalmente formativas.

 

Sólo dos años después de su llegada a Mondragón, creó la Escuela Profesional, germen de lo que andando el tiempo ha llegado a ser Mondragon Unibertsitatea. La Escuela ha tenido siempre un papel de primera magnitud formando a muchas de las personas que posteriormente fueron artífices destacados del desarrollo cooperativo.

 

Los primeros quince años, entre 1955 y 1970, se caracterizaron por un gran dinamismo que, provechando el despertar de la economía española en la segunda mitad de la década de los 50, dio lugar a la creación de un gran número de cooperativas a partir de la puesta en marcha de Fagor en 1956, fabricando hornillos y estufas de petróleo. Del dinamismo de esta primera etapa quedó constancia el hecho de que a finales del período existían ya 41 cooperativas, algunas de ellas impulsadas desde Fagor, aunque también se dan otros orígenes, como la División Empresarial de Caja Laboral, grupos autónomos, transformaciones de sociedades anónimas, etc.

 

Algunas de las iniciativas de esta época fueron: la Escuela Politécnica de Mondragón; La fundación de la Caja Laboral Popular en 1959 con la idea de creación de una entidad financiera que promueva la captación de ahorro popular y que canalice esos recursos hacia el desarrollo cooperativo; también en 1959 se creó Lagun-Aro, con objeto de resolver el problema creado a los cooperativistas al negarles el gobierno el derecho a afiliarse al Régimen General de la Seguridad Social, aludiendo a su condición de propietarios en contraposición a la de trabajadores por cuenta ajena.

 

Justo al final de los 60, en 1969, se constituye Eroski, cuya presencia en esta etapa tiene poca significación, pero que debe quedar reflejada por el gran peso que adquirirá más tarde dentro de MCC. Nacida de la fusión de nueve pequeñas cooperativas locales, supone entrar en un sector nuevo, necesitado de transformación, en el que las cooperativas aisladas carecían de proyección e incluso, como la historia ha demostrado, estaban condenadas a desaparecer.

 

Entre 1970 y 1990 se produce un nuevo período que inicialmente se caracteriza por la continuidad de la dinámica anterior, lo que produce un extraordinario crecimiento de las ventas, del número de cooperativas y del empleo. Sin embargo en los años 80 se vivió una profunda crisis que llevó a políticas ecónomicas necesarias para poder superar la crisis como: capitalización de resultados, flexibilización de calendarios, reubicaciones, política retributiva, recomposición financiera, etc. La aplicación de todos estos instrumentos, la mejora de las técnicas de gestión, el inicio de la planificación estratégica como complemento de los planes de gestión anuales y la modificación del escenario económico en la segunda parte de los ochenta, permitieron el cambio de signo en el comportamiento de las cooperativas, entrando de nuevo en un período favorable.

 

En 1990 se vive un nuevo proceso organizativo que transforma el Grupo en Corporación, ordenando los negocios en virtud de las coincidencias sectoriales y no de la ubicación geográfica. La organización actual contempla la existencia de tres grupos: industrial, financiero y de distribución. La adaptación al mercado actual con la internalización de las empresas es el reto que se esta viviendo en la economía no sólo de las cooperativas sino a nivel global.

 

 


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