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Pronunciamiento de la cámara
EL PARLAMENTO GIPUZCOANO CON UNA SOCIEDAD MÁS JUSTA DE HOMBRES Y MUJERES IGUALES
Con ocasión de la próxima conmemoración del Día Internacional de la Mujer, el próximo día 8 de marzo, tod@s l@s integrantes de la cámara guipuzcoana procederán a la lectura de 51 pronunciamientos a favor de la igualdad real de mujeres y hombres en la sociedad guipuzcoana y fuera de ella. Iguales derechos para todas las personas, también para las mujeres, es una máxima del Parlamento guipuzcoano que desea sea posible en todos los países del mundo y que quiere hacer visible en este acto de forma conjunta y unánime.
Para ello, Las Juntas Generales de Gipuzkoa han tomado como referencia, entre otros, los pronunciamientos de la Convención Internacional de Naciones Unidas sobre la eliminación de todas de todas las formas de discriminación contra la mujer, de Septiembre de 1.981.
Por todo ello, las JUNTAS GENERALES DE GIPUZKOA:
- Reafirmamos nuestra fe en los derechos humanos fundamentales, en la dignidad y el valor de la persona humana y en la igualdad de derechos del hombre y de la mujer.
- Ratificamos nuestro compromiso con el principio de no discriminación y proclaman que todos los seres humanos nacen libres e iguales, en dignidad y en derechos, sin distinción de sexos.
- Recordamos. que la que la discriminación de la mujer en cualquiera de sus formas es un obstáculo para el bienestar de la sociedad y entorpece el pleno desarrollo de las posibilidades de un país.
- Mostramos nuestra preocupación por el hecho de aún, especialmente en situaciones de pobreza, la mujer tiene un menor acceso a la alimentación, a la salud, a la enseñanza, a la capacitación, a las oportunidades de empleo, así como otro tipo de necesidades básicas.
- Tenemos el convencimiento de que un nuevo orden económico internacional, basado en la equidad y la justicia, contribuirá significativamente a la promoción de la igualdad entre el hombre y la mujer.
- Manifestamos que la violencia contra la mujer constituye una grave violación de los derechos humanos y de las libertades fundamentales.
- Valoramos el compromiso social e institucional para la eliminación de la violencia de género y nos comprometemos a continuar en esa batalla pacífica por la consecución del derecho de las mujeres, como personas, a una vida sin violencia.
- En ese sentido entendemos imprescindible que todos los estados condenen y rechacen la violencia contra la mujer y no invoquen costumbres, tradiciones o consideración alguna que eluda su obligación de procurar y trabajar por eliminarla.
- Todos los estados también deberán trabajar con constancia y diligencia para prevenir, investigar y castigar los actos de violencia contra la mujer por ser mujeres.
- Además, consideramos que las mujeres objeto de violencia y sus hijos deben de disponer de asistencia especializada, programas sociales, asesoramiento y apoyo.
- Entendemos que la violencia contra las mujeres es la expresión más dramática y trágica de la desigualdad entre hombres y mujeres.
- Consideramos que la violencia contra la mujer es un obstáculo no sólo para el logro de la equidad y la no violencia sino también para el desarrollo social, la paz y la calidad democrática de los países.
- Manifestamos nuestro convencimiento de que la máxima participación de la mujer, en igualdad de condiciones con el hombre, en todos los campos, es indispensable para el desarrollo pleno y completo de un país, el bienestar del mundo y la causa de la paz.
- Tenemos en consideración la gran aportación de la mujer al desarrollo de la sociedad y ponen en valor la importancia de la maternidad, conscientes de que ese papel de madres no puede ser causa de discriminación.
- Apostamos por una responsabilidad compartida de hombres y mujeres en la custodia y educación de los y las hijas.
- Consideramos que, para lograr la plena igualdad entre el hombre y la mujer, es necesario modificar el papel tradicional tanto del hombre como de la mujer en la sociedad y la familia.
- Condenamos la discriminación contra la mujer en todas sus formas y convenimos en seguir, sin dilaciones, políticas encaminadas a eliminar esta discriminación.
- Nos vinculamos al principio de establecimiento de igualdad de protección jurídica de los derechos de la mujer sobre una base de igualdad con los del hombre.
- Y también a garantizar la protección efectiva de la mujer contra todo acto de discriminación.
- Nos comprometemos, en el ámbito de sus competencias, a no incurrir en actos o prácticas de discriminación contra la mujer.
- Y asimismo a promover este principio en el resto de administraciones e instituciones públicas.
- Apostamos por trabajar y garantizar una igualdad real de mujeres y hombres en todas las esferas: política, social, económica y cultural.
- Consideramos adecuado la modificación de los patrones socioculturales de conducta de hombres y mujeres.
- Ello para eliminar prejuicios y prácticas consuetudinarias, y de cualquier otra índole, que estén basados en la idea de inferioridad o superioridad de cualquiera de los sexos o en funciones estereotipadas de hombres y mujeres.
- Apoyamos la adopción de medidas adecuadas y urgentes para suprimir todas las formas de trata de mujeres, explotación y prostitución de la mujer.
- Nos comprometemos a continuar trabajando en la eliminación de cualquier tipo de discriminación contra la mujer en la vida política y pública y en garantizar a las mujeres igualdad de condiciones y oportunidades en estos ámbitos.
- Pedimos a todos los estados se otorgue a las mujeres iguales derechos que a los hombres para adquirir la nacionalidad, cambiarla o conservarla y que la identidad nacional de estas no dependa del cambio de nacionalidad del marido o en el peor de los casos la convierta en una apátrida.
- Igualmente solicitamos a todos los estados otorguen a la mujer los mismos derechos que al hombre con respecto a la nacionalidad de los hijos.
- Consideramos imprescindible garantizar la igualdad de derechos del hombre y la mujer en la educación: en materia de carreras, capacitación profesional y acceso a los estudios, ya sea en zonas rurales como urbanas.
- Entendemos imprescindible, en todos los niveles y en todas las formas de enseñanza, la eliminación total de conceptos estereotipados de los papeles masculino y femenino.
- Para ello compartimos la apuesta por una educación mixta y de otros tipos de educación que contribuyan a logar este objetivo.
- Exigimos las mismas oportunidades en todos los países para hombres y mujeres en la obtención de becas, subvenciones; para estudio, acceso a programas de educación permanente, alfabetización funcional y de adultos.
- Opinamos un objetivo de la ciudadanía a nivel mundial, el de la reducción de la tasa de abandono femenino de los estudios y la organización de programas para aquellas jóvenes y mujeres.
- Nos comprometemos con la eliminación de todo tipo de discriminación en el empleo y en las prestaciones sociales.
- Por ello entendemos que hombres y mujeres en igualdad deben tener derecho a las mismas oportunidades, entre ellas, a elegir libremente profesión, derecho al ascenso, a la estabilidad en el empleo y a todas las prestaciones y otras condiciones laborales de mejora de derechos laborales.
- Ratificamos la petición de igualdad en las remuneraciones salariales, también en las prestaciones sociales, y exigimos igualdad de trato en la evaluación de la calidad del trabajo.
- Alentaremos políticas de promoción de servicios sociales de apoyo necesarios para permitir la conciliación laboral y familiar.
- Consideramos necesario garantizar en todos los estados la eliminación de la discriminación contra la mujer en la esfera de la atención médica a fin de asegurar, en condiciones de igualdad, el acceso a servicios de atención médica, inclusive los que se refieren a la planificación de la familia.
- Entendemos necesario tener en cuenta los problemas especiales a que hace frente la mujer rural posibilitando las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra la mujer en las zonas rurales a fin de asegurar, en condiciones de igualdad entre hombres y mujeres, su participación en el desarrollo rural y en sus beneficios.
- Pedimos a los estados la garantía universal de una capacidad jurídica idéntica del hombre y la mujer así como las mismas oportunidades para el ejercicio de esa capacidad.
- En ese sentido mostramos nuestra repulsa ante cualquier acto, pronunciamiento o cualquier otro instrumento privado con efecto jurídico que tienda a limitar la capacidad jurídica de la mujer.
- Entendemos que la comunidad internacional ha de posibilitar una legislación que garantice el derecho de las personas, hombres y mujeres, a circular libremente y la libertad para elegir su residencia y domicilio.
- Contribuiremos a hacer posible el establecimiento de las medidas adecuadas para eliminar la discriminación contra la mujer en todos los asuntos relacionados con el matrimonio y las relaciones familiares.
- Entre ellas, seguiremos demandando para todas las mujeres del mundo libertad para elegir cónyuge, pareja, o para contraer matrimonio, con respeto a su libertad y siempre con su pleno consentimiento.
- Además, entendemos que los estados deben garantizar una regulación que asegure los mismos derechos y responsabilidades durante el matrimonio y con ocasión de su disolución para hombres y mujeres.
- Igualmente demandamos ordenamientos jurídicos en todos los países que garanticen a la mujer libertad para decidir sobre la maternidad y a tener acceso a la información, la educación y los medios que les permitan ejercer estos derechos.
- Consideramos de justicia democrática una legislación protectora de la igualdad de derechos y responsabilidades en cuanto a la tutela, curatela, custodia y adopción de los hijos, tanto al hombre como a la mujer.
- Todo ello porque mientras haya desigualdad entre hombres y mujeres existirá un déficit evidente en nuestra calidad democrática.
- Porque es absurda e irracional la discriminación o diferencia en derechos y libertades y establecer esa desigualdad en función de la organización de los cromosomas.
- Porque ninguna sociedad puede permitirse el no tener en cuenta a la mitad de las personas que la forman-.
- Por equidad, por justicia, y por el futuro de una sociedades más eficientes y garantizadoras de un mejor progreso y desarrollo social y humano.